El poker online u offline es un juego en el que la habilidad cuenta mucho. En función de su destreza o capacidad para asimilar las reglas del juego y sus probabilidades, sus posibilidades de ganar pueden verse reducidas o potenciadas exponencialmente. La suerte es un factor que influye en cualquier aspecto de la vida, pero no puede ser la base para ninguna de sus actividades como tampoco lo puede ser para jugar al poker online u offline.
Sin embargo, y pese a que la suerte es más un emblema propio de los ganadores esporádicos, existen ciertas supersticiones que muchos jugadores cumplen a raja tabla. Desde un punto de vista lógico son absurdas, sí, pero la tranquilidad que proporcionan al que cree en ellas y no las pasa por alto puede resultar determinante.
Para que se hagan una idea, Rafa Nadal tiene un ritual característico a la hora de sacar (por no decir que coloca las botellas siempre del mismo modo). Estos comportamientos no explican los grandes éxitos que ha cosechado en su dilatada carrera deportiva; pero resulta innegable que el cumplirlos al dedillo le ha proporcionado cierta calma mental que, quieran o no, sí influye en sus capacidades.
A continuación recojo algunas de las supersticiones más típicas que marcan el día a día de los jugadores de poker online y offline de todo el mundo, así como la forma en que afrontan sus partidas. En este artículo te explicaremos cómo jugar al poker.
Las cartas son lo último que se toca
Una de las creencias más extendidas y que en parte es muy lógica es la de no caer en la tentación de ver las cartas hasta que el crupier haya terminado de repartirlas. ¿Por qué? Porque tal vez les juegue una mala pasada ver que han recibido dos ases. Las caras cantan y los jugadores más avispados saben leer el lenguaje corporal como pocos, lo que marcaría su devenir en el resto de la partida.
Cierto que con la aparición del poker online esta creencia o regla no escrita ya no tiene efectos reales, ya que los usuarios no pueden ver su rostros. Tampoco pueden realizar algunos de los gestos más típicos del poker offline como el de soplarlas antes de empezar a jugar o el de no levantar las cartas recibidas con la mano izquierda (ya que la izquierda, o siniestra, ha sido siempre símbolo de mala suerte).
Las jotas mejor para los aragoneses
La jota es uno de los símbolos de la baraja inglesa (además de un baile típico de la región de Aragón, España). Aunque representa un valor elevado, en la modalidad texas hold’em, obtener dos jotas está considerada la peor de las posibilidades, por lo que es un símbolo inapelable de mala suerte.
Al igual que con el punto anterior tiene cierta lógica esta superstición debido a que poseer dos jotas no solo les complicará la forma de jugar la ronda, sino que por lo general, la mayoría de jugadores no saben muy bien cómo gestionar estas dos jotas y acaban tomando decisiones erróneas y potencialmente perdedoras.
666: el diablo se une a la partida
Las religiones han tenido una importancia tremenda a lo largo de la historia, tanto que muchos de sus componentes forman parte natural de nuestra cultura y han pervivido hasta día de hoy. Uno de ellos es el símbolo 666 de la cultura cristiana, que representa al anticristo. En el poker alimenta la creencia de que cuando un jugador obtiene en el reparto o durante la partida un trío de seises está abocado a los abismos más inescrutables.
Tal es su peso que incluso existen jugadores de poker online y offline que prefieren retirarse de la partida cuando les toca este trío. Curiosamente, otro de los juegos de azar más populares de los casinos es el de la ruleta, en el que si suman todos los números que aparecen se obtiene la diabólica cifra de 666. ¿Qué les parece esta creencia? ¿Se retirarían? ¿Dejarán de jugar a la ruleta ahora que saben esto?
El problema de los dos ases
En relación al punto anterior, hay otra combinación que se considera un tanto malagüera. Aunque en este caso tiene un lado positivo. Se trata de la pareja de ases. Por un lado, es una buena noticia, ya que como punto de partida en cualquier mesa de poker online u offline, resulta innegablemente halagüeña para aumentar las posibilidades de ganar.
Sin embargo, y por eso incluyo aquí este punto, que a un jugador le toquen de partida dos ases en el reparto quiere decir que será casi imposible que le vuelvan a tocar en la próxima partida (cuestión de estadística). Esto hace que recibir tan grata noticia tenga una parte negativa y siembre el miedo para los siguientes envites.
Ladies and gentlemen
Los modales en el caso del poker son objeto de pleitesía desde los mismos inicios del juego. No cumplir con ciertos protocolos es objeto de burlas e incluso se cree que puede producir un efecto negativo en el rendimiento en partida del jugador involucrado.
Una de los puntos básicos es el de no ponerse a contar las fichas. En el mundo del poker está muy mal visto y además se considera un gesto cuanto menos desalentador. Por lo tanto, conviene que aprendan a saber cuál es su capital y lo que van ganando sin necesidad de recurrir a muchos aspavientos, sobre todo si juegan al poker en un entorno físico,
Por otro lado, si van a jugar en un casino físico u organizar una timba en casa de alguien, eviten sentarse con las piernas cruzadas incluso si son mujeres, ya que para muchos es otro símbolo de mala suerte. Sin embargo, si van a cruzar los dedos no se preocupen, este gesto no está mal visto y muchos creen que atrae las buenas vibraciones.
Por último, en cuanto a los modales, hay muchos jugadores que no toleran los ruidos, silbidos o canturreos. La mesa es mejor que esté en silencio para que lo que pase en ella sea siempre producto de la concentración y no de posibles despistes. Pero bueno, tiene su lógica, ¿o se imaginan un partido de tenis o un evento de snooker con el público cantando o hablando sin parar?
Manías particulares: el abono para el éxito
Hay jugadores tan maniáticos que creen que sus posibilidades de victoria dependen en parte de la indumentaria que utilicen. Por ello, si son seguidores de los torneos de poker podrán ver como muchos jugadores recurren siempre a la misma indumentaria. Sobre todo si previamente con ella han ganado algún torneo de premio pecuniariamente generoso.
Otros jugadores reducen esto a una prenda, por lo que no es raro ver a algún profesional del poker jugando cada día de un torneo con la misma camisa (incluso si esta se mancha durante el transcurso, aspecto que muchos consideran una forma de destruir la mala suerte).
En algunas ocasiones, lo que pueden ver en una partida de poker es a los jugadores acompañados de algún objeto. Estos son utilizados por el participante como un amuleto para atraer la buena suerte (más adelante indico un ejemplo). Lo mismo que los porteros de fútbol, que ponen bajo sus palos una figurita de la virgen o cualquier otro elemento que consideren de buen agüero.
El jugador de poker viste de rojo
Si acuden a una partida de poker offline y ven a varios jugadores vistiendo con prendas de color rojo, que sepan que no es una cuestión de moda o un modo de reivindicar alguna causa social. En el mundo del poker suele utilizarse como forma de atraer la buena suerte; en parte, esta tendencia tiene raíces asiáticas, donde el color rojo es un modo de atrapar lo positivo.
Las manías y supersticiones: parte fundamental del éxito para muchos
Para cerrar este artículo podemos contar el caso de Johnny Chan, célebre jugador de poker y uno de los más laureados de la historia. Resulta que Chan es uno de los jugadores más supersticiosos del circuito. Ha ganado diez veces la Serie Mundial de Poker y siempre comenta que su éxito se debe en gran parte a la naranja que le acompaña en todas las partidas.
Al principio la llevaba para inhalar su aroma y así paliar los efectos que producía el humo de los cigarrillos de sus contrincantes en sus fosas nasales y pulmones. Cuando las leyes empezaron a cambiar y se terminó por prohibir el fumar en los torneos de poker, Chan siguió llevando su naranja porque había llegado un punto en el que creía que sin ella no tendría tantas oportunidades de ganar.
Además, si hablan con Steve Danneman, otro ganador de la Serie Mundial de Poker (2015), es muy posible que les confiese que su victoria se debió en gran medida a los hábitos que siguió durante el torneo: se puso la misma visera y el mismo jersey durante toda la semana que duró.
Y no solo eso, como tenía que coger un taxi que le llevara hasta el lugar, lo hacía solo con los que tuvieran matrículas con números pares, no fuesen los números impares a cortarle la racha. Como colofón, jamás entró por la puerta principal. Con todas estas manías, ganó el premio final de unos 4.2 millones de dólares.
Y ustedes, ¿tienen alguna superstición?
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